Comprender los primeros signos del autismo

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que afecta a las personas de diversas maneras y que suele afectar a la interacción social, la comunicación y el comportamiento. La detección e intervención tempranas son cruciales para ayudar a las personas con autismo a prosperar. Al reconocer las señales de alarma del autismo, los padres, cuidadores y educadores pueden dar los primeros pasos para buscar el apoyo necesario para que los niños alcancen su pleno potencial.

1. Retraso en el habla o problemas de comunicación

Uno de los primeros signos de autismo es el retraso en el desarrollo del habla. Un niño puede no pronunciar sus primeras palabras al año o a los dos años, o puede tener dificultades para mantener conversaciones. Algunos niños pueden tener un rango limitado del habla o utilizar frases repetitivas, un patrón conocido como "ecolalia."

En qué fijarse:

  • Falta de balbuceo o de gestos para comunicarse a los 12 meses.
  • Sin palabras a los 16 meses
  • Ninguna frase de dos palabras a los 24 meses
  • Dificultad para mantener conversaciones de ida y vuelta.

2. Desafíos sociales y contacto visual limitado

Los niños autistas pueden tener dificultades para comprender y responder a las señales sociales. Pueden mostrar menos interés por socializar, evitar el contacto visual o no sonreír cuando interactúan con los demás. El aislamiento social o la falta de interés por jugar con los compañeros es otra señal de alarma habitual.

En qué fijarse:

  • Contacto visual limitado o dificultad para hacer amigos
  • Falta de interés por compartir alegrías o experiencias con los demás.
  • Dificultad para comprender las emociones o expresar los sentimientos
  • Prefiere jugar solo que acompañado

3. Comportamientos e intereses repetitivos

Un rasgo distintivo del autismo es la realización de conductas repetitivas o tener intereses muy centrados. Los niños autistas pueden insistir en seguir rutinas estrictas o realizar determinadas acciones repetidamente, como mecerse, agitar las manos o alinear objetos.

En qué fijarse:

  • Movimientos repetitivos como agitar las manos, mecerse o girar
  • Una fuerte necesidad de rutinas y resistencia al cambio
  • Interés intenso por temas u objetos específicos, a veces con exclusión de todo lo demás.

4. Sensibilidades sensoriales

Muchos niños autistas experimentan una sensibilidad elevada o reducida a los estímulos sensoriales. Esto puede manifestarse como una reacción exagerada a determinadas texturas, sonidos, luces u olores. También pueden buscar experiencias sensoriales específicas, como el movimiento constante o la búsqueda de estímulos visuales intensos.

En qué fijarse:

  • Reaccionar de forma exagerada a ruidos fuertes, luces brillantes o determinadas texturas.
  • Malestar con determinados tejidos o alimentos
  • Fascinación por objetos o luces que giran

5. Falta de juegos de simulación o actividades imaginativas

Los niños con autismo suelen tener dificultades para participar en juegos imaginativos o de simulación. A diferencia de los niños típicos, que pueden simular que un bloque es un coche o representar situaciones sociales, los niños con autismo pueden preferir jugar con objetos de forma repetitiva o centrarse sólo en actividades específicas y predecibles.

En qué fijarse:

  • Juego imaginativo limitado
  • Dificultad para comprender el concepto de juego de rol o "hacer creer".
  • Prefiere centrarse en la manipulación de objetos más que en el juego interactivo

6. Retos en la regulación emocional

Los niños autistas pueden tener dificultades para controlar sus emociones. Esto puede manifestarse en forma de crisis o estallidos, sobre todo cuando se interrumpen las rutinas o cuando se sienten abrumados por los estímulos sensoriales. Estos problemas pueden malinterpretarse como rebeldía, pero suelen estar relacionados con dificultades para procesar las emociones.

En qué fijarse:

  • Reacciones extremas a los cambios de rutina o de entorno
  • Crisis o rabietas frecuentes
  • Dificultad para calmarse después de enfadarse

Por qué es importante la detección precoz

Reconocer a tiempo las señales de alarma del autismo puede mejorar significativamente el pronóstico del niño. Las terapias de intervención temprana, como la logopedia, la terapia ocupacional y el análisis conductual aplicado (ABA), pueden proporcionar un apoyo fundamental a los niños, ayudándoles a desarrollar habilidades esenciales para la vida y a integrarse mejor en la sociedad.

Si observa alguna de estas señales de alarma en su hijo, es importante que consulte a un pediatra o especialista en desarrollo. Ellos pueden realizar una evaluación exhaustiva y orientarte sobre los pasos a seguir, incluida la derivación a especialistas para obtener un diagnóstico y apoyo.

Reflexiones finales

El trastorno del espectro autista se presenta de forma diferente en cada persona, pero reconocer los primeros signos puede ayudar a garantizar que los niños reciban el apoyo que necesitan en el momento adecuado. Mediante la comprensión y la acción, las familias y los cuidadores pueden fomentar un entorno positivo que promueva el crecimiento y el desarrollo.

Fuentes de referencia:

Red de Autodefensa del Autismo (ASAN): Reconocer el autismo.
https://autisticadvocacy.org/

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Trastorno del espectro autista - Signos y síntomas.
https://www.cdc.gov/ncbddd/autism/signs.html

Autism Speaks: Primeros signos de autismo
https://www.autismspeaks.org/early-signs-autism

Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH): Autism Spectrum Disorder.
https://www.nimh.nih.gov/health/topics/autism-spectrum-disorders-asd